¿Practicas deportes de alto impacto? ¿Sabías que realizar actividades físicas que suponen un aumento no adecuado de la presión abdominal puede influir en la salud de tu suelo pélvico? En el blog de hoy, vas a descubrir qué ejercicios la debilitan y qué podemos hacer para prevenirlo o, posteriormente, tratarlo.

Antes que nada cabe recordar que, pese a que se trata de una zona de nuestro cuerpo muchas veces desconocida incluso por nosotras mismas, este conjunto de huesos, articulaciones, ligamientos y musculatura tiene una función esencial a la hora de dar soporte a los órganos pélvicos (vejiga, uretra, útero, vagina y recto) y, por ende, posee una competencia capital en relación con su correcto funcionamiento. Además, es oportuno mencionar que en caso de sufrir algún daño o debilitarse, los síntomas más comunes son la incontinencia urinaria o fecal, el prolapso de los órganos pélvicos y las disfunciones sexuales.

Por tanto, hay deportes que suponen un impacto repentino y excesivo de esta región corporal y, por ello, repercuten negativamente en su fortaleza. En cambio, hay otros que implican ejercicios y posturas que contraen y relajan tu suelo pélvico de manera correcta y, en consecuencia, ayudan a tonificarlo. Por ejemplo, correr o realizar entrenamientos de cardio con ejercicios de salto sin complementarlo con otras actividades que fortalezcan los músculos puede influir de manera perjudicial en el también llamado diafragma de la pelvis. Por el contrario, hacer pilates (ejercicios hipopresivos) o yoga de manera regular y ejecutando las posturas y la respiración de manera adecuada es beneficioso.

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